martes, 21 de diciembre de 2010
Video documental: Inmigrantes, nómadas de la pobreza
martes, 19 de enero de 2010
Maratón radio sierra
jueves, 14 de enero de 2010
Inmigrantes, nómadas de la pobreza
Hoy en día las migraciones vienen motivadas por otras circunstancias, aunque la necesidad de sobrevivir sigue siendo el factor principal. Todos los continentes, países o regiones tienen suficientes recursos para poder sobrevivir; polo norte y sur, desiertos, islas, montañas, litorales, praderas, valles, ríos…, cuentan con ecosistemas suficientes para alimentar al hombre, pero el proceso de avaricia y abuso de poder sin límites de nuestra especie, hace que las diferencias de unos respectos a otros sean cada vez más grandes.
La complicidad (por intereses, cobardía y miedo) de nuestros mandatarios a la hora de enfrentarse a la realidad de los poderes corruptos, mafiosos, dictatoriales que gobiernan en general el conjunto de naciones del tercer mundo, está hundiendo aún más el barco de nuestra especie. Millones de personas se ven obligados a abandonar sus orígenes, su familia, su cultura, su dignidad… para ser explotados en el mal llamado primer mundo, primer mundo que debe su desarrollo gracias al robo de los recursos de estos países. Un expolio que condena a vagar de un lugar para otro a cada vez más gente, una situación agravada por el cambio climático, que es un fenómeno resultante de nuestro proceso de desarrollismo.
La implantación de una política económica neoliberal está empobreciendo cada vez más a la humanidad, hemos alcanzado la cifra de los 1000 millones de pobres y resulta que hay alimentos suficientes para alimentarnos todos.
En el futuro las guerras serán por el control de la comida y el agua. Los efectos del cambio climático desplazaran en las próximas décadas a millones de personas, serán los movimientos demográficos más impactantes conocidos por nuestra especie. Esto no es una valoración fatalista, es el resultado de investigaciones de científicos de todo el mundo, una realidad que se nos acerca y que la gran mayoría de acomodados no quieren ver, después tendrán que correr.
Toda esta situación, nos ayudará a entender la realidad de la inmigración como uno de los efectos más violentos de la globalización capitalista a escala planetaria. Lo que ocurre a nivel local es semejante a lo que ocurre a nivel global, el desequilibrio en el reparto de recursos de unos respecto a otros, la desigualdad social, económica, cultural…, todo esto nos ahogará, nos pasará factura cada vez más a todos y todas.
Hay una gran deuda histórica que aún no se ha satisfecho, la mano de obra esclava que se utilizó para levantar América del Norte, el atropello de los indígenas de América del norte y sur, y expolio de sus recursos, el robo de los recursos naturales de África por parte de colonias europeas. En todo este proceso, los que decían actuar en nombre de Dios, los llamados representantes del alma, también estaban ahí, pero como cómplices de todo este abuso. Ahora, en esta etapa de la historia, las avariciosas multinacionales neoliberales son los nuevos colonizadores y atracadores de los pocos recursos que les dejaron y del futuro de la humanidad, eso sí, con el beneplácito de los grandes banqueros. Hasta que esta gran deuda histórica no se zanje, no solo tendremos los problemas que ya existen, sino, los que están por llegar.
Ante todas estas miserias humanas, la mayoría de inmigrantes no tienen más remedio que abandonarlo todo y salir de su país para librarse de la enorme desestructuración económica y social, su posición a la llegada, lejos de resolver sus problemas, se ve agravada por el desarraigo y por unas condiciones generalmente muy hostiles. La mayor parte trae consigo la responsabilidad de apoyar económicamente a quienes se han quedado en el país de origen. A todo ello se añade el endeudamiento personal para responder a los costes del viaje y el jugarse la vida durante esta odisea. Hay que recordar que muchos mueren dejando a sus familiares emocional y económicamente hundidos, sumidos en una pobreza más extrema.
Muchos de los que consiguen llegar y encontrar trabajo (que con la crisis, cada vez es más difícil) son sometidos a condiciones laborales cada vez más precarias (sobre todo los sin papeles o indocumentados). Las posibilidades de presentar una oferta de trabajo para acceder a los papeles que les puede legalizar, se desvanecen. Las nuevas políticas sobre la ley de extranjería están estrangulando aún más a los pobres llegados a nuestro querido y vendido falso paraíso. Las crecientes trabas para la reagrupación familiar y el fin de la exención del visado están marginando y arrinconando a este colectivo.
La única salida laboral que en este momento tienen la mayoría de inmigrantes de España, son las campañas agrícolas, por ello, por muchas limitaciones, presiones o medidas que pongamos, seguirán viniendo, tú también lo harías si estuvieras en su situación.
Antes los buscábamos para que hicieran los trabajos más sucios y duros, y ahora los echamos, no queremos pobres, ahora no los necesitamos, nos estorban porque no podemos rentabilizarlos y gastan nuestros recursos sociales, esto nos hace más hipócritas y racistas de lo que ya éramos. Se ejerce presión para que se vayan de un lugar a otro, cargándole el muerto a otro pueblo o ciudad que cuentan con más presión de pobreza y atención.
Una de las causas-efecto a destacar este año ha sido la falta de previsión de recursos (de forma premeditada) por parte de la administración para reducir la llegada de pobres a la provincia de Jaén, este hecho ha provocado que una media de treinta a cincuenta inmigrantes hayan dormido en la calle a menos de cero grados en los diferentes pueblos receptores, cuando había plazas libres en muchos albergues, la reducción de cinco a tres días de estancia de inmigrantes en los albergues a condenado a dormir en obras en construcción, soportales, bajo puentes, en vehículos, tiendas de campaña, garajes, sobre bancos, cajeros…, mientras, que se vende insistentemente en ciertos medios de comunicación mediatizados, que la situación estaba controlada y que se habían cumplido objetivos, pero la realidad ha sido otra.
La administración alega que mientras existan plazas libres, no tienen porque permanecer en este u otro pueblo, pero lo que no cuentan es que en esos pueblos con plazas libres hay treinta, cuarenta, cincuenta o más inmigrantes durmiendo en la calle, la limitación de estancia a agravado la situación en la calle, una situación infrahumana; sin un euro en el bolsillo, sin comida, sin suficiente ropa de abrigo, sin trabajo, sin un lugar caliente donde dormir, sin poder ducharse…, el próximo año se podría reducir la estancia a dos o un día, así probamos a ver si se van antes ¿no?
La falta de organización entre albergues y compromiso real ha empeorado la situación ¿Por qué, si había plazas libres en algunos pueblos, no se les ofrecía billete gratuito directamente hasta estos albergues para despejar lugares sobrecargados? ¿Por qué algunos Ayuntamientos han pagado billete solo hasta otros pueblos cercanos donde no había plaza en el albergue y más gente durmiendo en la calle? se les ha condenado a vagar durante varios días hasta llegar a un pueblo con plazas libres, para que ha su llegada ya no hubiera lugar? ¿por qué algunos Ayuntamientos no han facilitado comida o ducha a inmigrantes que estaban pasando hambre, frío o semanas sin ducharse?
Se ha intentado vender a la población en general que si estaban en este u otro pueblo en situación precaria era porque querían, pero lo que no cuentan es que la gran mayoría ya habían pasado por los demás albergues y no pueden volver, volver significa competir con más cantidad de gente por un rincón bajo una escalera o por un jornal. Se ha mentido mucho y se ha maquillado y disimulado la cruda realidad.
Es cierto que no hay trabajo para todos, pero si cualquier político de los que deciden el destino de estos pobres estuviera en su lugar (sabiendo que llevan meses y meses sin enviar nada a su familia) resistiría hasta el final de la campaña, porque la posibilidad de conseguir un jornal, significa cubrir las necesidades mínimas de una familia de tres o cuatro personas de África, mundo árabe, Sudamérica, Países del Este o cualquier otro lugar del tercer mundo durante un mes, no lo olvidéis.
También se ignora o se reprime a ciudadanos u organizaciones sociales que se comprometen y solidarizan con las situaciones que sufren la población inmigrante. Menos mal que aún quedan ciudadanos conscientes que apoyan con sus pocos recursos a los que sufren y a las pocas iniciativas solidarias.
Otra realidad que queremos desenmascarar es la falta de compromiso firme y constante de ciertas instituciones religiosas que siguen argumentando que bastante hacen, que las viviendas de Cáritas (casas de la caridad o casa de los pobres) de ciertos pueblos no se pueden abrir para acoger a los pobres sin techo, se sigue con la misma excusa de que solo se pueden destinar a la catequesis, buena excusa, mientras nuestros hermanos los más desfavorecidos duermen en la calle, mientras seguimos practicando la limosna pobre (práctica antigua que ya está pasada de moda) cuando hay posibilidades en la actualidad de organizarnos socialmente entre instituciones públicas, privadas, organizaciones sociales sin ánimo de lucro, voluntariado, etc., para llegar más rápido, con más recursos y a más gente necesitada.
Como decía Vicente Ferrer; "Menos filosofías, menos religiones, menos política, y más manos",
No vamos a señalar directamente a nadie porque ellos ya saben quienes son, su conciencia se encargará.
Desde la plataforma “Segura Solidaria” también queremos agradecer a ciertos políticos, párrocos, organizaciones sociales sin ánimo de lucro y a aquellas personas anónimas que predican poco y hacen todo el tiempo, gracias a ellos y ellas tenemos espejos donde poder mirarnos, motivarnos, reconocernos y evolucionar en valores que aún perduran y que son tan antiguos como la propia especie humana, valores raíz, no manipulados ni corrompidos por intereses partidistas ni por la falsedad e hipocresía del que quiere engañar y engañarse así mismo.
Mientras no aprendamos a practicar lo que sistemáticamente se nos ha vendido, mientras no aprendamos a compartir lo que nos sobra, mientras no aprendamos a no mentir para justificar nuestro egoísmo, mientras busquemos rencor y venganza en vez de soluciones, mientras pensemos que a nosotros nunca nos pasaran estas cosas, mientras busquemos justificaciones para no comprometernos más, nunca, nunca, podremos evolucionar y antes o después todos sufriremos. En el fondo hemos aprendido poco. Esto no es demagogia, mírate hacia dentro, ya sabes que los que aman son aquellos que se atreven a amar, no los que buscan argumentos y justificaciones fáciles para no tener que comprometerse.
José Laso Flores (enero 2010)
PLATAFORMA SEGURA SOLIDARIA - SIERRA DE SEGURA - JAEN
miércoles, 13 de enero de 2010
Navidad contradictoria en Puente Génave
Fui conociendo gente interesante, gente con ganas de hacer cosas, con ideales. Con algunas de estas personas hemos conseguido echar a andar la asociación “Segura ecológica”, de productores y consumidores de agricultura ecológica. De momento tenemos suerte, apoyo, y sobre todo muchas ganas de unos pocos, de sacar esto adelante.
Con otras personas hemos creado la plataforma ciudadana “Segura solidaria”, grupo humano variopinto, integrado por personas de distintos pueblos de la comarca, con distintas profesiones y nacionalidades, cuyo nexo común es la solidaridad hacia los inmigrantes que pasan por la comarca en la época de la recolección de la aceituna.
La respuesta social a las actividades de la plataforma es diversa. Para situarnos, podría decir que comenzamos la andadura en la campaña olivarera 2008-09. Ese año se abrió la antigua guardería de la Puerta de Segura, haciendo funciones de albergue. También ese año hubo un grupo de inmigrantes en Puente Génave que, teniendo trabajo, no tenían casa donde vivir, y estuvieron alojados en el espacio bajo el escenario del parque Jorge Flores. Un grupo de voluntarios, contando con la colaboración del Ayuntamiento de Puente Génave, nos organizamos para mantener abierto el albergue durante unas 4 semanas más, después del cierre oficial, algunas horas al día, para permitirles ducharse y tomar una comida caliente. Los inmigrantes colaboraban en mantener las instalaciones limpias y nos ayudaron a recoger la ropa de cama, con la idea de que cuando terminara su estancia allí, los encargados del albergue hicieran lo que tuvieran que hacer, una vez acabada la campaña. Yo misma cerré el albergue, después de que el último inmigrante terminara su trabajo, y cogiera un autobús al día siguiente. Elhadji, se llama, y me agradeció, emocionado, todo lo que habíamos hecho por él.
Durante todo el año 2009, las personas que integramos la plataforma nos hemos reunido en múltiples ocasiones, convocando a los agentes implicados en el fenómeno de la inmigración a nivel local (administración, empresarios, párrocos, etc.) a nuestras reuniones, con la idea de planificar nuestras actuaciones para hacer frente a lo que se preveía iba a ser una situación más difícil. Creo que estas reuniones sirvieron para cohesionar más al grupo que somos, para hermanarnos y reconocer nuestras fortalezas y debilidades, pero poco más pudimos lograr.
En la campaña 2009-10, se abrió oficialmente el albergue de la Puerta de Segura, junto con los ya existentes de Puente Génave y Beas de Segura, pero la nueva política de estancia máxima de 3 días ha resultado insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de muchos más inmigrantes que han pasado por nuestras tierras. Muchos los habréis visto: deambulando por nuestras calles, mañana y tarde, apostados en los sitios de siempre para esperar al “jefe” que los quiera contratar. Con un poco de suerte, también los habréis visto en torno a las 9 de la noche, entrando en una obra para resguardarse de las bajas temperaturas nocturnas. Los mismos que un rato antes habían sido rechazados en el albergue, porque ya habían pasado los 3 días de rigor y no podían seguir allí, aunque la plaza que acababa de dejar quedara desierta, ya que ese día no había venido nadie nuevo.
Con menos suerte, porque resulta más que evidente a poco que deis un paseo por el entorno del río Guadalimar cerca del puente de la Puerta de Segura, habréis visto también a los que duermen bajo el mismo, o quizás en la hora en la que hacen la comida, o encienden el fuego para calentarse.
Este año, en los días de mayor frío, no ha habido apenas iniciativas de abrir polideportivos u otro espacio para acoger a las personas sin techo. Creo que la manera en la que se ha gestionado esta cuestión no ha estado bien, porque sin mirar a la calle, se ha difundido la, en mi humilde opinión, equívoca noticia de que hay “nosecuantas” plazas libres en los albergues de la provincia, y que a todo inmigrante se le ofrece un billete para el próximo albergue. No se contabiliza ni se publica la otra cantidad, mucho superior, de inmigrantes que se quedan en la calle, ni se dice que el billete de autobús se oferta hasta el siguiente pueblo con albergue, independientemente de que tenga plaza o no. Si los inmigrantes hicieran lo que se les indica, andarían todo el día viajando, sin permanecer en un sitio el tiempo suficiente como para lograr contactar con alguien que les quiera contratar, en un momento dado. Porque sabemos que no hay trabajo para ellos, pero al final, muchos consiguen trabajar.
Suponemos que en materia de inmigración, habrá que seguir la política dictada desde el gobierno. Tras un tiempo de crisis mantenida, entiendo que desde lo más alto se trate de favorecer el trabajo de todos aquellos españoles que lo han perdido. Pero no deberíamos perder la memoria tan rápido; en otros tiempos necesitábamos mano de obra extranjera, y ahora que no se les puede ofrecer trabajo, deberíamos, qué menos, de proporcionarles lo mínimo para llevar una vida digna.
Si los gobernantes no pueden, o no quieren, parar los flujos migratorios, (también dudo que sea algo que sólo dependa de ellos) tenemos que adaptarnos a los mismos, ya que son una respuesta lógica a las crecientes desigualdades entre países desarrollados y en vías de desarrollo.
En la plataforma Segura Solidaria no pretendemos ir en contra de lo que marque la administración. Nuestro objetivo es tratar de facilitar cobijo y comida a personas que pasan por nuestra tierra, y que tienen dificultades para satisfacer esas necesidades tan básicas. Nos gustaría trabajar de la mano con la administración, pensamos que combinando sus recursos y nuestras ganas de colaborar, sería todo mucho más fácil. Porque los inmigrantes no van a dejar de venir.
En el mundo rápido y en constante cambio en el que vivimos, se hace preciso estar preparados para mover ficha, con eficiencia y con los menores efectos colaterales posibles. No podemos progresar como especie si no hay equilibrio. Las desigualdades que se ven en televisión ya las podemos vivir a las puertas de nuestra casa. No nos va a quedar lugar donde apartar la cara, ni escondernos. No se trata de caridad, se trata de empatizar con el otro. Que el color de su piel sea negro no es más que un detalle. Quien sabe si en un momento dado no seamos nosotros los que tengamos que buscar en otro país la oportunidad que no tenemos en el propio. Tenemos suerte de contar con recursos, y si podemos quitarnos de unos pocos, para darlos a otros que no tienen, sentiremos que hemos hecho algo más que justicia.
Creo que, después de todo, deberíamos de darles las gracias. Por llenar nuestras calles invernales y desiertas con su joven presencia, por mostrarnos un ejemplo constante de paciencia y entereza, al soportar sus duras condiciones de vida sin el calor y el afecto de su familia, y sin permitirse llegar a la desesperación que aboca al nuevo delincuente a cruzar la línea entre lo que está permitido y lo que no. Gracias, por permitir a muchas personas, como las que integramos la plataforma, a encontrar un nuevo sentido en nuestras vidas. Algunas personas de edad mayor, que se sienten útiles socialmente, cuando ya el mundo laboral ha prescindido de ellas. Personas en general que sienten que merece la pena luchar por hacer que el bien gane la partida.
Buscamos un bien social, buscamos favorecer el equilibrio, no pretendemos mercadear con la solidaridad, ni quedarnos con nada que no nos pertenezca. Invitamos a todo aquel que persiga los mismos valores que nosotros perseguimos a unirse a nosotros, porque queda mucho por hacer.
Gloria Cobo